No tengo nada que agregar al texto que sigue, Luis/Uorquinprogres ya dijo todo. Abur.
"Adiós Hellblazer, adiós John Constantine. El
brujo del proletariado inglés, el cabrón de sangre fría que suele dejar
por el camino a sus amigos mientras caen como moscas, el que siempre
tiene un as en la manga aunque ese as sea el costo de la vida de otros. Y
suele serlo.
Alan Moore lo creo hace 28 años para la saga
American Gothic, de Swamp Thing. Le debe a Clive Barker y a su D'Amour
unas cuantas influencias que él mismo se encargará de homenajear. Con
sus dibujantes decidieron ponerle la
cabeza de Sting (una mezcla de la facha de Quadrophenia y Synchronicity)
para delinearlo y -con algunos cambios- asi permaneció hasta el final.
Rubio, cínico, incapaz de encajarle una piña a nadie -y no porque no
quiera- pero con un sentido de la venganza retorcido, exacerbado e
implacable, eternamente enfundado en una gabardina roñosa e
indestructible -la gabardina y él-. Y fumando como una chimenea, incluso
despues del cáncer terminal que en el '93 Garth Ennis le regaló en la
primera y memorable saga de su etapa como guionista, 'Hábitos
Peligrosos'.
Anti-Tatcher rabioso, puteador de Tony Blair desde
el inicio -a quien considera un traidor y peor que el peor de los
conservas-, suele recordar la guerra de Malvinas como una pesadilla
llena de ira (vale la pena releer ese flashback y ver los -pocos, si-
paralelismos entre ambos paises: los festejos ciegos, las banderitas, el
patrioterismo como venda en los ojos. Inglaterra tiene a su pueblo y la
gente es gente, para bien o mal, en todos lados. El primer guionista de
la serie regular, el zurdo Jamie Delano, lo sabe bien).
Cada
guionista (desde las maravillosas y conmovedoras incursiones de Neil
Gaiman, hasta Moore, Ennis, Grant Morrison, Warren Ellis, Paul Jenkins,
Mike Carey, y unos cuantos más) le ha inyectado sus propias obsesiones:
desde el guarango analfabetismo político, reaccionario y semi-anarco de
Ennis hasta el abiertamente ideológico y progre-natural de Delano; el
yanqui Azzarello le regaló un trip por el profundo corazón white-trash
americano, una cárcel federal y el hedonismo de LA; Mike Carey y las
mitologias del mundo; Paul Jenkins y la tradicion sajona, Arturo y el
Verde... pero tambien el barrio, la cancha, viejos amigos punks, las
casitas clonadas y esos viejos con un fastasma triste y solitario de
vecino en una casa invisible. Y a continuación Warren Ellis se descuelga
con una salvajada violenta y gore que -sin eludir un retrato de época
cruel y sin concesiones- parece hecha a pedido de los editores para
cortar la melaza anterior. Todos han conservado lo básico pero le han
ido agregando a su manera historias, amores y tragedias.
Y
están los dibujantes y los portadistas... todo el mundo ha pasado por
ahi en algun momento. Hellblazer lleva la mejor portada de Glenn Fabry,
la mejor narración de historietas de Simon Bisley, y a Dave McKean,
Phillip Bond, Bill Sienkiewicz, Dave Gibbons, Sean Phillips, el
argentino Leonardo Manco, Tim Bradstreet, Lee Bermejo. A otros que no
están a la altura también, pero son los menos. Como no está a la altura
la última y apresurada correría a cargo de un Peter Milligan que, bueno,
a veces brilla y a veces no.
A diferencia de otros personajes
de edad indefinida y eterna, el soretón de Liverpool (pero londinense
por elección involuntaria e inevitable) ha ido envejeciendo en tiempo
real. Tiene 60 aunque aparente menos, y DC comics ha decidido darle de
baja en vida. Habrá (o ya hay, no se) un reboot. Tal vez esté bueno. No
me interesa mucho averiguarlo."
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